Imagina que una empresa busca un
empleado y se presentan al proceso selectivo el Conejito Blanco y el Sombrero,
dos de los personajes de “Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas”
de Lewis Carroll. Los dos están suficientemente preparados para el puesto de
trabajo, cuentan con titulación universitaria, han realizado satisfactoriamente
cursos de postgrado, también tienen algún que otro Máster y un currículum
brillante (El Conejito Blanco ha trabajado para la Reina de Corazones y el
Sombrerero para el Rey Blanco).
¿Cuál de los dos se quedaría con
el puesto de trabajo?
El Conejito Blanco iría a la entrevista con el tiempo justo, mirando
el reloj y corriendo al grito de “¡Que llego tarde!”. Quizá sea el más
preparado de los dos pero, la imagen negativa que imprimirá su impuntualidad le
costará el puesto de trabajo. El Sombrerero, que cuenta con la amistad del
Tiempo, no necesita nada más que pedirle que se posponga la hora de la
entrevista hasta llegar al lugar indicado, por lo tanto, será el elegido para
el puesto de trabajo.
Como no tenemos la amistad que el
Sombrerero aseguraba tener con el Tiempo, por lo menos antes del concierto
organizado por la Reina
de Corazones en Marzo, cuando se pelearon ambos personajes, no sabemos muy bien
porqué, tenemos que hacer todo lo posible por convertirlo en nuestro aliado.
Cuando tengas una entrevista de
trabajo, sobre todo si no conoces bien la zona donde está ubicado el lugar de
la reunión o no sabes si habrá aparcamiento suficiente, intenta llegar con
antelación, unos diez minutos aproximadamente. Si llegas antes no cometas el
error de tomarte un café (o un té por aquello de emular al Sombrerero) no te
conviene tomar ningún tipo de excitante pero, lo más importante, no te conviene
la posibilidad siempre existente de mancharte y acudir a la entrevista con
manchas en tu ropa. Da un paseo por la manzana (no entres al lugar de la
entrevista con una antelación superior a diez minutos) o siéntate en un banco a
esperar la hora justa, eso sí, si te sientas mira bien dónde lo haces no sea
que el banco esté sucio, transmitir una imagen pulcra es muy importante.